Desde Buenos Ayres- Republica Argentina, BARBARA BENITEZ para JORNAL GUARITA DA LIBERDADE!
A veces no hay que leer textos de ciencia ficción para sentirse atrapado por ella. Así vivimos los argentinos, en un país en donde lo real dejó de serlo para proyectarse en la irrealidad.
Ya no se trata del proceso de recesión, inflación, impuestazos o déficit fiscal y comercial. Si de eso se tratase, solamente, ya habríamos puesto el pecho a las balas para salir a la fuerza -como tantas veces-. El nodo del problema es la falta de ética, o moral torcida o desvergüenza, como quiera que se llame esta etapa desbordada que parece no tener fin.
Cristina de Kirchner, recién en el mes de enero, estuvo con seriedad cuestionada por su participación en la muerte del Fiscal Alberto Nísman. Y no han pasado los remesones de tan terrible acusación cuando ahora, el Jefe del Gabinete Ministerial, Aníbal Fernández, está sospechado por el asesinato de tres jóvenes en el hecho llamado "el tripe crímen de General Rodríguez", con derivaciones en el tráfico de efedrina (sustancia necesaria para a elaboración de drogas de diseño), y la adulteración de medicamentos (entre otras cuestiones destapadas por el periodista Jorge Lanata en su programa del 2/08/15 "Periodismo para Todos" (informe del que se ha hecho cargo la prensa internacional).
Esta es la ucronia argentina en donde la pregunta ¿qué hubiera pasado si? ha sido reemplazada por la certeza personal de millones de ciudadanos sobre que "si esto pasa es porque "la doña" lo pemitió".
Si nada en este bendito país ocurre sin la venia de "la jefa" (nombre mencionado con obediencia por fundamentalistas de La Cámpora -ese "nido de ratas" al decir del 60% de mis conciudadanos-), no se puede pensar que tal siniestro suceso haya tenido lugar sin el conocimiento de Cristina Fernández de Kirchner.
Y así se vive en Argentina, terruño de profundos sinsentidos en el cual la realidad ha superado a la ficción
Bárbara Mónica Benitez