Cuadernos, Arrepentidos y Economía en Terapia

CUADERNOS, ARREPENTIDOS Y ECONOMÍA EN TERAPÍA INTENSIVA- desde Republica Argentina, por Barbara Benitez

Argentina está atravesando un momento bizarro. Aparecieron cuadernos que estampan la corrupción kirchnerista. Describir este reality show es distinto a todo lo que he comentado. Caen (por las letras escritas del chofer de un funcionario del anterior gobierno en cuadernos escolares) empresarios que pagaban sobornos y funcionarios sobornados. Es una lluvia de confesiones y acusaciones por la cual el pabellón de corruptos de la cárcel de Ezeiza en tres semanas quedó colmado y entre ellos se trompean. Es algo así como “me dijo, le dije”

Se supone que es la situación de corruptela más importante que se haya descubierto en la historia. Gerentes y dueños de importantes asociaciones debieron renunciar a sus puestos y están imputados o presos. Pero como en este país al estilo Macondo todo es posible, aquellos que dicen lo que el juez espera se van a sus casas como “arrepentidos” y los que no… ¡a prisión!. Es realmente una situación grotesca, más al considerar que el magistrado que juzga estos encarajinados acontecimientos K, antes era K y ahora -en un ataque de “ética”- condena a quienes antes benefició con una actitud laissez faire por la cual “dejó hacer y dejó pasar”.

Los procedimientos judiciales son tan burdos que ya las noticias se perciben como la novela diaria. Allanan departamentos vecinos a doña Cristina porque al de ella no pueden entrar dado sus fueros congresistas. Por supuesto que no encuentran nada. Es tragicómico.

Muchos piensan que a pesar de las denuncias anti-K que conducen al anterior matrimonio presidencial, “la doña” no irá presa. Los cristinistas tienen una fe ciega en ella y los macristas avalan las acusaciones embanderados en una honestidad tan ficticia como la de los otros.

Cualquiera con medio dedo de frente puede decir: “Bien, que caigan todos esos inmorales presos”. Y yo sostengo lo mismo, con una diferencia: si se averigua, que se averigüe todo, ya que muchos de esos empresarios son conocidos del presidente. Forman parte del business club.

O sea, lo que en realidad espero es que los presos sean tanto K como M. Porque el delito los salpica a todos. Como dice el tango “en el mismo lodo, todos manoseaos”. El padre del presidente, Franco Macri, es uno de los deshonestos históricos. ¿Y qué hará esta corporación judicial dependiente del poder de turno con él? Nada.

Y mientras esta historieta sigue su curso se tapan los aportes falsos para la campaña electoral macrista que señalaba como donadores de miles y miles de pesos a beneficiarios de míseros planes sociales.

En tanto esto transcurre, la economía entró en estado de coma y el país se cae a pedazos. Para Macri la culpa es de la sequía o de la devaluación turca y no de la incompetencia gubernamental que nos llevó a una deuda con el FMI, la cual, al primer mes, no pueden pagar. Razón por la cual deberán recurrir a un waiver, que es la solicitud de una dispensa temporal en el cumplimiento de los covenants financieros. Me encanta esta terminología que usan para decir que le deberán pedir perdón al Fondo. Por lo que se deduce del desastre económico, van a tener que ponerse de rodillas y rezar tres Padres Nuestros por mucho tiempo porque plata NO HAY. Mucho menos ahora que los bancos extranjeros que nos iban a prestar, ante esta maraña de presos y arrepentidos dijeron: ¡No!

¿Quién sufrirá las consecuencias de estos enmerdados hechos? “Juan Pueblo” que día a día vive la pérdida del poder adquisitivo.

¿Quieren desaforar a Cristina Fernández? Perfecto, si lo merece que ni lo duden. Pero que no se olviden de quitarles los privilegios a los amigos y parientes del presidente.

 

Bárbara Benítez